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En tan solo los primeros cuatro meses de 2025, más de diez accidentes aéreos han sido titulares de noticias en todo el mundo. Desde la colisión de un helicóptero militar con un avión comercial en Washington DC, hasta el vuelco del Delta Airlines durante su aterrizaje en Toronto, o recientemente, el colapso del helicóptero turístico en el río Hudson.
La frecuencia con la que ocurren estos accidentes genera un estado de alarma entre los pasajeros. Pero, ¿por qué parece haber más catástrofes que nunca en este sector? Y más allá de la seguridad en un vuelo, ¿estamos ignorando otras amenazas menos visibles?
Al analizar noticias sobre aviones, el foco suele centrarse en la seguridad y el número de accidentes, pero tal vez estemos considerando el dilema equivocado. ¿Qué pasa con las tarifas ocultas, las restricciones cada vez más estrictas, y las condiciones impuestas a los pasajeros por un alto número de aerolíneas?
¿Seguridad insuficiente en aviones?
Al analizar las causas de los accidentes aéreos en los últimos años, hay varios factores a tener en cuenta. Los porcentajes que se presentan a continuación están ordenados de mayor a menor según su responsabilidad en los accidentes ocurridos en las últimas dos décadas. Estos datos están basados en análisis realizados por organismos especializados, como la FAA (Administración Federal de Aviación) y la ASN (Oficina de Archivos de Accidentes de Aeronaves).
Error humano
Entre los factores que causan accidentes aéreos, el error humano es el más destacado.
A pesar del avance tecnológico, el 61-70% de los accidentes se debe a decisiones erróneas por parte de los pilotos o controladores. Desde malentendidos con la torre de control, hasta malos cálculos del combustible, la mayoría de tragedias se siguen debiendo a fallos humanos.
Fallos mecánicos o estructurales
En segundo lugar, con un 18-23% de los casos, se encuentran los fallos técnicos. Entre los ejemplos más comunes se encuentran las averías en el motor o en sistemas eléctricos.
Estos están relacionados al desgaste natural de los materiales, ya que están expuestos a condiciones extremas de presión, temperatura y velocidad mientras los aviones operan.
Aunque los componentes usados en su fabricación pasan por controles estrictos de calidad y detección de defectos, el deterioro sigue siendo posible, especialmente tras vuelos largos o una conservación inadecuada.
Condiciones meteorológicas
Contrario a lo que se suele pensar, las tormentas, neblina, y viento son factores que afectan muy poco a la seguridad del vuelo.
Gracias a los sistemas avanzados de navegación, monitoreo y previsión climática, las rutas pueden cambiarse en tiempo real, y las estructuras de las naves están diseñadas para resistir temperaturas extremas y turbulencias.
Por tanto, tan solo el 10-12% de los accidentes son causados por la meteorología.
Factores externos
Por último, el 8-10% restante de los accidentes corresponde al apartado extra. Los casos oscilan desde imprevistos como aves que se impactan en las turbinas, hasta drones y otras acciones de sabotaje o terrorismo que consiguen interferir en el control aéreo y arriesgan la seguridad aérea.
Aunque son menos frecuentes, estas situaciones son más delicadas por ser inesperadas y difíciles de prevenir.
La seguridad del avión
Es importante destacar que, pese a estos porcentajes, el avión sigue siendo, con diferencia, el medio de transporte más seguro del mundo, con un número de accidentes muy bajo si se compara con otros medios.
A pesar de que la percepción general es que últimamente hay más accidentes que nunca, la razón de esta sensación se debe al impacto mediático inmediato. Hoy, cualquier incidente puede ser grabado y compartido en redes sociales, haciendo que parezca más frecuente de lo que realmente es.
Regulaciones impuestas a los pasajeros
Más allá de la seguridad, hay otro factor que influye cada vez más en la experiencia al volar: las condiciones impuestas por las aerolíneas a pasajeros.
Al reservar un vuelo, muchos prefieren servicios ‘low-cost’ por sus tarifas económicas. Sin embargo, ¿bajo qué costo se ahorran dinero?
Aunque a primera vista parezcan ofertas ideales en comparación con aerolíneas estándares, muchas de estas compañías tienen gastos ocultos que no se tienen en cuenta al reservar en ellas.
Algunas de estas “prácticas abusivas”, como lo denomina el Ministerio Español de Derechos Sociales y Consumo, son: el cobro por el equipaje de mano al exceder las medidas impuestas por la compañía; el suplemento impuesto al reservar asientos juntos, aún si es para acompañar a una persona dependiente o un menor; y el costo añadido por hacer el check-in de manera presencial al llegar al aeropuerto.
Además, las compañías no permiten el pago de estas sanciones con dinero en efectivo, forzando al consumidor a realizar el abono a través de una tarjeta bancaria.
Por este motivo, el Gobierno de España ha multado a varias de estas compañías low-cost por “vulnerar los derechos e intereses de los consumidores”. La sanción, que ronda en casi 180 millones de euros, se ha impuesto a cinco aerolíneas, entre ellas Ryanair, Vueling y Volotea.
Aunque estas aerolíneas dicen estar en su derecho de implementar este tipo de regulaciones, el voto final de esta disputa lo tendrán los Tribunales españoles.
Es comprensible que la seguridad sea el factor principal considerado a la hora de volar. Pero aunque esta va progresando con el paso del tiempo, muchos aún no tienen tanta confianza respecto a los derechos y la autonomía de los pasajeros. Por muy contradictorio que suene, mientras los avances tecnológicos nos hacen sentir más seguros en el aire, los derechos como pasajeros parecen volar en dirección contraria.
Por tanto, como consumidores, deberíamos preguntarnos: ¿estamos priorizando el miedo a una catástrofe improbable? ¿Deberíamos estar más alarmados por el comportamiento abusivo de las aerolíneas?
Fuente de la imagen: Telecinco ©